La Navidad es esa época del año en la que todos nos sentimos un poco más mágicos, un poco más nostálgicos, y también un poco más aventureros. Si estás buscando destinos donde viajar en Navidad, te entendemos perfectamente. Ese deseo de desconectar del día a día, de vivir algo diferente y único. En este artículo, te contamos cuáles son los 10 mejores destinos para viajar en navidad. Prepárate para soñar despierto y vivir unas navidades inolvidables.
1. Laponia, Finlandia: La verdadera casa de Papá Noel
Laponia es uno de esos lugares que parece sacado directamente de un cuento de Navidad. No es exageración: aquí se encuentra la auténtica Aldea de Papá Noel, en Rovaniemi. Y no es que lo digamos nosotros, lo dice la tradición y los millones de visitantes que llegan año tras año buscando esa experiencia mágica. ¿Qué mejor destino para viajar en navidad y contagiarse del espíritu navideño?
Un viaje a Laponia te hará descubrir toda su magia navideña: los renos, la nieve inmaculada o las auroras boreales que tiñen el cielo de colores irreales son ejemplos de ello. Además, puedes subirte a un trineo tirado por huskies o visitar hoteles hechos completamente de hielo. Eso sí, prepárate para las bajas temperaturas. Pero, siendo sinceros, ¿quién le tiene miedo al frío cuando Papá Noel te espera al otro lado de la esquina?
Consejo de viaje: No dejes pasar la oportunidad de alojarte en uno de los famosos iglús de cristal para ver las auroras boreales desde la cama durante tu viaje a Finlandia. Y si llevas niños, visitar la Aldea de Papá Noel es un imprescindible.
2. Nueva York, EE.UU.: Como en las películas
¿Quién no ha soñado con un viaje a Nueva York y pasear por sus calles en Navidad? Esta ciudad, que de por sí ya es espectacular, se transforma en un escenario de película durante las fiestas. Si has visto «Solo en casa 2» o «Milagro en la Calle 34», sabrás exactamente de lo que hablo. Y es que, en Nueva York, la Navidad se vive a lo grande: desde el imponente árbol del Rockefeller Center hasta las luces que inundan cada rincón de la ciudad.
Si no te basta con patinar sobre hielo en Central Park o pasear por la Quinta Avenida admirando los escaparates decorados, también puedes asistir a un espectáculo navideño en Broadway o ver las impresionantes luces navideñas en Dyker Heights, Brooklyn. Porque si algo sabe hacer Nueva York es dejarte con la boca abierta.
¿Te cuento un secreto? En Times Square, cada año cientos de miles de personas se reúnen para despedir el año viendo caer la famosa bola de cristal. Si te animas, ve temprano, porque los buenos lugares se llenan rápido. Es una experiencia que solemos recomendar en nuestros viajes a medida a Estados Unidos.
3. Viena, Austria: Donde la Navidad se vive con elegancia
Si hablamos de destinos donde viajar en navidad, Viena se lleva la palma. La capital de Austria se viste de gala para recibir la Navidad con sus famosos mercados navideños, donde el aroma a vino caliente y canela lo invade todo. Si te gusta la tradición y lo clásico, Viena es tu lugar. Y no estamos exagerando.
Imagina pasear entre puestos de artesanías mientras suenan villancicos, rodeado por los palacios más impresionantes de Europa, como el de Schönbrunn o el Hofburg. Viena respira elegancia y calma, algo que puede ser perfecto si buscas una Navidad tranquila y acogedora. Además, puedes asistir al famoso concierto de Navidad de la Filarmónica de Viena, una experiencia que hará que se te pongan los pelos de punta.
Un consejo: No te vayas sin probar el «Christstollen», un delicioso pan navideño típico que te hará replantearte cualquier dieta. Y si te gusta el patinaje sobre hielo, el que se monta frente al Rathaus es simplemente espectacular.
4. Quebec, Canadá: Un cuento navideño en la nieve
Cuando hablamos de Navidad y nieve, Quebec siempre aparece en las conversaciones como uno de los destinos para viajar en navidad. Y no es para menos. Esta ciudad canadiense parece haberse diseñado específicamente para las fiestas. Con su casco antiguo repleto de casas de piedra y calles empedradas, Quebec en Navidad es lo más parecido a un cuento de hadas.
Aquí, las luces navideñas y los mercados se integran a la perfección con el entorno invernal, creando una atmósfera de ensueño. Las nevadas cubren la ciudad de blanco, y la sensación de estar en un escenario navideño se hace real. Además, puedes alojarte en el famoso Hotel de Glace, un hotel completamente hecho de hielo, que cada año se reconstruye desde cero.
Dato curioso: El Hotel de Glace es el único de su tipo en Norteamérica. Si alguna vez has soñado con dormir rodeado de hielo y esculturas brillantes, este es tu sitio.
5. Tokio, Japón: Una Navidad diferente, futurista y brillante
Tokio no es el primer lugar que se te viene a la mente cuando piensas en destinos donde viajar en navidad, pero créenos, deberías considerarlo como un destino sorprendente para tus navidades. Aunque no sea una celebración tradicional en Japón, Tokio se ha hecho un hueco entre los destinos navideños más impresionantes del mundo. Y lo hace a su manera, con una mezcla única de luces futuristas y tradiciones reinventadas.
En Navidad, los barrios más modernos de la ciudad, como Shibuya y Roppongi Hills, se llenan de luces y decoraciones que parecen salidas de una película de ciencia ficción. Además, una curiosa tradición japonesa es la cena navideña con pollo frito de KFC, algo que, aunque suene extraño, es un ritual muy esperado por los japoneses.
Tip de viajero: Si realizas un viaje a Tokio en estas fechas, no te pierdas los espectáculos de luces en la zona de Shinjuku y Odaiba. Son algo fuera de este mundo, literalmente.
6. Praga, República Checa: El encanto medieval en Navidad
Si buscas un destino que combine historia, cultura y una auténtica atmósfera navideña, Praga es tu mejor apuesta. Esta ciudad medieval parece salida de un cuento, y cuando llega la Navidad, su belleza se multiplica por mil. Las calles adoquinadas, los puentes iluminados y el impresionante Castillo de Praga cubierto de nieve crean un paisaje de postal.
Praga es conocida por sus mercados navideños, donde puedes encontrar desde dulces típicos hasta preciosas artesanías locales. El trdelník, un dulce en forma de espiral cubierto de azúcar, es el compañero perfecto para recorrer la ciudad en invierno. Y si te gustan los conciertos navideños, muchas de sus iglesias barrocas ofrecen espectáculos que te dejarán sin aliento.
Consejo: Asiste a la misa de medianoche en la Catedral de San Vito. Aunque no seas religioso, la experiencia es impresionante.
7. Estrasburgo, Francia: La capital de la Navidad
Si hay una ciudad que se gana a pulso el título de capital de la Navidad, esa es Estrasburgo. Situada en la región de Alsacia, esta ciudad francesa ha celebrado mercados navideños desde 1570, por lo que, en cuanto a tradición, no le gana nadie. Pasear por sus calles en Navidad es como retroceder en el tiempo, con casitas de colores, luces por todas partes y un ambiente festivo inigualable.
Los mercados navideños en la Plaza Broglie y la Plaza de la Catedral son los más grandes y antiguos de Europa, y no te puedes ir sin probar el famoso «pain d’épices» o el vino caliente típico de la zona. La Navidad aquí se vive de una manera especial, llena de detalles y tradiciones que se han mantenido durante siglos.
Tip viajero: Si te animas a visitar Estrasburgo, no dejes de recorrer los pueblos cercanos como Colmar, donde la Navidad parece haberse inventado.
8. Nuremberg, Alemania: La tradición de los mercados navideños
Cuando piensas en un mercado navideño, lo más probable es que la imagen mental que tengas sea algo muy similar al famoso Christkindlesmarkt de Nuremberg. Este mercado es uno de los más conocidos y grandes de Alemania, y tiene todo lo que podrías desear: desde luces brillantes hasta delicias culinarias como las salchichas de Nuremberg o las galletas de jengibre.
Pero Nuremberg es mucho más que su mercado. La ciudad tiene un encanto medieval que se intensifica en Navidad, con sus edificios históricos iluminados y las calles decoradas con esmero. Además, los niños disfrutarán de la «ciudad de los niños», un espacio dentro del mercado dedicado exclusivamente a ellos, con carruseles, espectáculos y actividades.
Recomendación: No te vayas sin probar el «Glühwein», el vino caliente especiado típico de Alemania. No solo te calentará el cuerpo, sino que es una parte fundamental de la experiencia navideña.
9. Copenhague, Dinamarca: Navidad a la escandinava
En Copenhague, la Navidad se vive de una manera muy especial, llena de hygge, una palabra danesa que describe esa sensación acogedora y cálida que todos buscamos en esta época del año. La ciudad se ilumina con decoraciones encantadoras, y uno de los mayores atractivos es el Tivoli Gardens, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, que en Navidad se convierte en un verdadero paraíso invernal.
El mercado navideño de Tivoli es famoso por su ambiente festivo, con pequeñas cabañas que venden artesanías, comida típica danesa y, por supuesto, su versión del vino caliente, el gløgg. Pasear por las calles de Copenhague en esta época del año es una experiencia mágica: luces colgadas entre las casas, el aroma a canela en el aire y la calidez de los cafés donde te puedes resguardar del frío.
¿Un secreto navideño? Prueba los æbleskiver, unas bolitas dulces parecidas a los buñuelos, acompañadas de mermelada y azúcar glas. Son un auténtico placer para el paladar.
10. Reykjavik, Islandia: Navidad bajo las auroras boreales
Islandia es un destino fascinante en cualquier época del año, pero en esta época adquiere un toque especial que la convierte en uno de los destinos donde viajar en Navidad. La pequeña y encantadora ciudad de Reykjavik se llena de luces navideñas que contrastan con los paisajes nevados que la rodean. Y, si tienes suerte, es posible que veas las famosas auroras boreales iluminando el cielo. ¿Qué puede ser más navideño que eso?
Uno de los grandes atractivos de Islandia en Navidad es su peculiar tradición de los 13 Yule Lads, figuras parecidas a Papá Noel que visitan a los niños durante las 13 noches previas a la Navidad, dejando pequeños regalos o, si has sido travieso, una patata. Reykjavik también cuenta con mercados navideños encantadores y una pista de patinaje sobre hielo al aire libre que se coloca en el centro de la ciudad.
Consejo viajero: Asegúrate de llevar ropa térmica, porque en Islandia, el frío es serio. Y no te vayas sin relajarte en una de sus famosas fuentes termales, como la Laguna Azul, un oasis cálido en medio del frío.
La Navidad, una oportunidad para descubrir el mundo
La Navidad es más que luces y regalos, es una oportunidad perfecta para viajar y descubrir lugares únicos que cobran vida durante esta mágica época del año. Ya sea que busques la nieve de Laponia, la elegancia de Viena o la modernidad de Tokio, cada destino ofrece una experiencia inolvidable.
¿Qué mejor manera de terminar el año que viviendo una aventura navideña en uno de estos increíbles lugares? Atrévete a soñar y descubre uno de estos destinos para viajar en navidad con nosotros.
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Por cierto, si lo tuyo es más la fiesta de año nuevo… Te recomendamos leer nuestro artículo sobre los 10 mejores destinos para viajar en fin de año.
Preguntas frecuentes
Laponia, Quebec y Reykjavik son apuestas seguras si buscas una Navidad con paisajes nevados. Estos destinos ofrecen experiencias únicas rodeadas de nieve, desde safaris en trineos hasta la posibilidad de ver auroras boreales.
Viena, Estrasburgo y Nuremberg destacan por sus mercados navideños tradicionales y atmosféricos. Si te gustan las artesanías, los dulces típicos y el vino caliente, estos mercados son una parada obligada.
Laponia es sin duda el mejor destino para los más pequeños, ya que podrán conocer a Papá Noel en su propia casa. Además, los niños disfrutarán de actividades como paseos en trineo y safaris con huskies.
Definitivamente. La Navidad es una temporada alta en muchos de estos destinos, por lo que es importante planificar y reservar con antelación, especialmente en lugares como Laponia o Nueva York.
Visitar mercados navideños, patinar sobre hielo, asistir a conciertos navideños y disfrutar de las luces festivas son algunas de las actividades más recomendadas. Cada destino tiene su encanto, pero la magia de la Navidad se siente en todas partes.