Se acerca el fin de año, ese momento en el que hacemos balance, decimos adiós a lo que nos dejó y nos preparamos para lo que vendrá. Y qué mejor manera de hacerlo que escapando a un destino espectacular para despedir el año como se merece. Si te estás preguntando dónde viajar en fin de año, te traemos una selección de 10 destinos que no fallan.
Desde grandes metrópolis que no duermen hasta playas donde el calor nunca se va, tenemos una recomendación para ti. ¡Y no te preocupes! Ya sabemos que estás buscando algo especial, y por eso aquí no hay opciones aburridas.
1. Londres: fuegos artificiales junto al Támesis
Londres se pone sus mejores galas en fin de año, y no es para menos. Si hay un evento que acapara toda la atención es el espectáculo de fuegos artificiales que ilumina el cielo de la capital británica desde el río Támesis. Imagínate: estás de pie, bien abrigado, con una bufanda que parece una serpiente gigante enrollada a tu cuello, rodeado de miles de personas que cuentan los últimos segundos del año. Entonces, el Big Ben da las campanadas y ¡pum!, el cielo se llena de luces y colores. Un momento que recordarás para siempre y que te hará pensar lo bien que hiciste en viajar en fin de año.
Ahora bien, no nos vamos a engañar. Las multitudes pueden ser abrumadoras, y si no eres fan de estar apretado como sardina en lata, te aconsejamos que busques un plan alternativo. ¿Qué tal un crucero por el Támesis? Imagina brindar con una copa de champán mientras ves los fuegos artificiales desde el agua, sin empujones, sin estrés, solo disfrutando de la vista. Y si prefieres algo más local, siempre puedes subir a Primrose Hill, un parque desde el que se ven las mejores panorámicas de la ciudad. ¡Eso sí que es empezar el año con buen pie!
Ah, y un pequeño truco: aunque Londres no tiene la mejor reputación por su clima en invierno, la ciudad se caldea con la magia de la Navidad. Los mercados navideños, las luces que decoran Regent Street y Oxford Circus… Es como si cada rincón de la ciudad gritara «¡Feliz Año Nuevo!» sin que te des cuenta.
2. Río de Janeiro: fiesta en la playa de Copacabana
Si lo que buscas es viajar en fin de año a lo grande, con calorcito y una energía que te recargue las pilas para todo el año, Río de Janeiro es el destino perfecto. Imagina despedir el año bailando samba en la arena de la famosa Playa de Copacabana. ¿Suena bien, verdad? Pues es aún mejor en persona. Millones de personas se visten de blanco, no porque haya una ley no escrita, sino porque en la cultura brasileña creen que trae buena suerte para el año nuevo. Y, si algo sabemos, es que un poco de suerte nunca está de más.
Pero no te preocupes, si lo tuyo no es bailar como si no hubiera mañana (aunque en fin de año, ¿por qué no?), puedes sentarte tranquilamente en la playa y disfrutar de uno de los espectáculos de fuegos artificiales más impresionantes del mundo. Cada año, el cielo de Río explota en un despliegue de luces que se refleja en el mar, creando una atmósfera mágica que te deja sin palabras.
Consejo viajero: no te olvides de llevar una flor. Hay una tradición muy bonita en Brasil que consiste en lanzar flores al mar para agradecer a Iemanjá, la diosa del agua, por todo lo recibido durante el año. ¡Un detalle que hará que te sientas más conectado con la cultura local! Y, si buscas algo diferente, Ipanema también es una opción excelente, con menos turistas pero el mismo ambiente festivo.
Ah, y para los amantes de la adrenalina, ¿por qué no empezar el año volando en ala delta sobre la ciudad? Después de todo, dicen que el año es tan bueno como la primera aventura que tienes.
3. Edimburgo: el famoso festival Hogmanay
Ahora, si lo que te va es la mezcla de tradiciones centenarias y fiestas que parecen no tener fin, viajar em fin de año a Edimburgo debe ser tu elección. El festival Hogmanay es famoso por una razón: es un maratón de celebraciones que dura tres días. Sí, has leído bien, ¡tres días! Y no, no es una simple excusa para estirar la fiesta, sino una tradición escocesa muy arraigada. Las festividades comienzan con la procesión de antorchas, un desfile donde miles de personas recorren las calles de la ciudad iluminadas solo por la luz de las antorchas. Es como si te transportaran a otra época.
Y luego está el momento estrella: los fuegos artificiales desde el castillo de Edimburgo. Ver ese monumento histórico iluminado mientras la música tradicional escocesa suena de fondo es algo que no te puedes perder. Pero cuidado, no pienses que la cosa acaba aquí. Después de los fuegos, la fiesta continúa con conciertos y bailes en las calles. Si te apetece algo más auténtico, no dejes de unirte a un ceilidh, un baile tradicional escocés donde, aunque no tengas ni idea de bailar, seguro que te lo pasas en grande.
Dato curioso: en Escocia, el Año Nuevo no se celebra con la típica «Feliz Año Nuevo», sino con un fuerte canto de «Auld Lang Syne», una canción tradicional que te pondrá los pelos de punta aunque no entiendas bien la letra.
Y si te animas, el 1 de enero puedes participar en la Loony Dook, un chapuzón en las heladas aguas del Firth of Forth. Sí, es tan frío como suena, pero es una forma inigualable de empezar el año con energía (o al menos con mucho frío).
4. París: año nuevo en la Ciudad de la Luz
Si hay una ciudad que encarna el glamour, el romance y la elegancia en fin de año, esa es París. La Ciudad de la Luz no podría tener un nombre más adecuado, especialmente cuando llega la Nochevieja. Los Campos Elíseos se llenan de miles de personas que brindan, se abrazan y reciben el nuevo año bajo la atenta mirada de la Torre Eiffel, que, como no podía ser de otra manera, se ilumina con un espectáculo de fuegos artificiales que deja sin aliento. ¿Te imaginas algo más romántico?
París en fin de año tiene algo de magia. La ciudad está llena de luces navideñas, los cafés invitan a sentarse y disfrutar de una copa de vino o champán, y hay algo en el aire que te hace sentir especial. Si quieres un consejo, evita los sitios más concurridos y escoge un rincón más tranquilo. Montmartre es una excelente opción. Desde su cima, puedes ver toda la ciudad iluminada, y además, el ambiente bohemio del barrio le da un toque especial a la celebración.
Otra opción es recorrer el Sena en un crucero mientras disfrutas de una cena con las mejores vistas de la ciudad. Porque, vamos a ser sinceros, París es de esas ciudades que te hace sentir que estás dentro de una película. Y aunque no seas un romántico empedernido, la combinación de luces, música y buen vino hace que cualquiera se rinda al encanto parisino. ¡Ah, y no te olvides de brindar con una buena copa de champán francés!
5. Milán: moda y elegancia para recibir el nuevo año
Si hay una ciudad que sabe combinar la moda, la cultura y la celebración con estilo, esa es Milán. Y es que viajar en fin de año a Milán no se parece a nada que hayas visto antes. La Piazza del Duomo se convierte en el escenario perfecto para recibir el año nuevo con conciertos al aire libre y un espectáculo de fuegos artificiales que enmarca la majestuosa catedral. Pero claro, estamos hablando de Milán, así que aquí todo tiene un toque extra de elegancia.
La noche comienza con cenas elegantes en los restaurantes más de moda de la ciudad. Y, aunque pueda sonar un poco exagerado, en Milán todo gira en torno al estilo. Si eres de los que disfrutan la buena comida, no puedes perderte el tradicional cenone di Capodanno, una cena de fin de año que incluye platos italianos exquisitos como el risotto o el panettone.
Milán es también el lugar ideal para los amantes del arte y la cultura. Si tienes tiempo, te recomendamos visitar la Galleria Vittorio Emanuele II, uno de los centros comerciales más antiguos del mundo, donde el lujo y la historia se mezclan en perfecta armonía.
Y si te preguntas qué más hacer después de la cena, Milán es famosa por sus fiestas en clubes exclusivos donde la celebración sigue hasta altas horas de la madrugada. Aquí, empezar el año con estilo no es una opción, es un requisito.
Por si esto te parece poco, no te pierdas todas las opciones que te mostramos en nuestros viajes a medida en el que podrás vivir experiencias exclusivas en Italia que te asombrarán tanto como cada uno de los fuegos artificiales de año nuevo.
6. Sídney: los primeros fuegos artificiales del mundo
El reloj marca la medianoche y el mundo entero está expectante de ver el primer espectáculo de fuegos artificiales del año en Sídney. La ciudad australiana tiene el honor de ser una de las primeras grandes urbes en celebrar el Año Nuevo, y lo hace por todo lo alto. La Ópera de Sídney y el Puente del Puerto se convierten en los protagonistas de un show visual que deja a todos con la boca abierta. ¿Te imaginas un viaje a Australia en esta época del año para estar ahí, viendo el cielo iluminarse mientras el sonido de los fuegos retumba en el puerto?
Sídney sabe cómo organizar una fiesta. El ambiente festivo empieza temprano, con actividades para toda la familia, mercados y espectáculos por toda la ciudad. Y aunque los fuegos artificiales son el plato fuerte, la ciudad no se detiene ahí. Las celebraciones continúan con fiestas en la playa, conciertos y eventos que hacen que la fiesta se alargue hasta bien entrado el 1 de enero.
Consejo viajero: si quieres evitar las grandes multitudes que se concentran en los lugares más famosos, puedes optar por ver los fuegos desde un barco en la bahía. Muchos barcos organizan cenas y fiestas para la ocasión, lo que te permite disfrutar de una vista espectacular desde el agua, lejos del bullicio de la ciudad.
Otra opción es disfrutar del espectáculo desde uno de los muchos parques que rodean el puerto, como el Observatorio Hill Park, donde tendrás una vista privilegiada. Y si eres de los que buscan una experiencia diferente, ¿por qué no empezar el año con una barbacoa en la playa? Después de todo, en Australia el verano está en pleno apogeo, y recibir el año nuevo con los pies en la arena no suena nada mal.
7. Ámsterdam: fiesta en los canales
Si lo tuyo es una combinación de fiesta, cultura y un entorno único, Ámsterdam tiene todo lo que necesitas para viajar en fin de año y vivir una experiencia espectacular. Esta ciudad, famosa por sus canales, se transforma en un paraíso festivo durante la Nochevieja. La Plaza Dam se convierte en el centro neurálgico de las celebraciones, con conciertos, espectáculos y, cómo no, fuegos artificiales que iluminan los históricos edificios de la ciudad. Pero lo que realmente hace especial a Ámsterdam en fin de año es su Festival de Luces.
Durante el mes de diciembre y hasta principios de enero, los canales de la ciudad se llenan de instalaciones artísticas iluminadas que hacen que un simple paseo en barco se convierta en una experiencia mágica. Si buscas algo diferente, te recomendamos que te unas a una de las fiestas en barco por los canales. ¿Te imaginas estar bailando en un barco mientras navegas por los canales iluminados? Es una experiencia que solo Ámsterdam puede ofrecerte.
Y no te preocupes si no te van las multitudes; Ámsterdam tiene muchos rincones tranquilos donde también se respira un ambiente festivo. Por ejemplo, puedes disfrutar de un paseo en bicicleta por el Vondelpark, o perderte por las calles del Jordaan, uno de los barrios más pintorescos de la ciudad.
Y un consejo final: si tienes la oportunidad, prueba los oliebollen, un dulce típico holandés de fin de año. Estas bolas de masa frita, cubiertas de azúcar, son la manera perfecta de empezar el año con un toque dulce.
8. Nueva York: la clásica bola de Times Square
Si hay una imagen icónica del fin de año, es la de la famosa caída de la bola en Times Square, en Nueva York. Cada 31 de diciembre, miles de personas se congregan en este punto neurálgico de Manhattan para presenciar la cuenta atrás más famosa del mundo. Es, sin duda, una experiencia única, pero te aviso: prepárate para el frío y las multitudes, porque si algo tiene viajar en fin de año a Nueva York, es que puede ser gélido. Pero, hey, ¡todo sea por la experiencia!
El ambiente en Times Square es electrizante. Música en vivo, celebridades, fuegos artificiales y la emoción palpable de todos los presentes hacen que sea una noche inolvidable. Sin embargo, si prefieres algo más tranquilo, Nueva York tiene muchas más opciones para recibir el año. Puedes optar por una cena elegante en un restaurante con vistas al skyline de la ciudad o, si te sientes aventurero, patinar sobre hielo en el Rockefeller Center bajo las luces del famoso árbol de Navidad.
Otra opción fantástica es asistir a una fiesta privada en uno de los rascacielos que rodean Times Square. Desde estas alturas, puedes disfrutar de la caída de la bola y los fuegos artificiales desde la comodidad de una cálida sala, con una copa de champán en la mano y sin tener que lidiar con el gentío.
Y si realmente quieres un comienzo de año inolvidable, te recomendamos un paseo a medianoche por Central Park. Las luces, los paisajes nevados y el ambiente tranquilo te harán sentir como en una película.
Una película llena de experiencias que podemos preparar en tu viaje a medida por Estados Unidos. No pierdas el tiempo y descubre este sorprendente destino con Derive Travel.
9. Berlín: fiesta sin fin en la Puerta de Brandeburgo
Si eres de los que no se conforman con una fiesta de pocas horas y buscas una celebración que dure toda la noche, entonces Berlín es tu destino para viajar en fin de año. La capital alemana es famosa por su vibrante vida nocturna, y en fin de año, la ciudad se convierte en el epicentro de una de las mayores fiestas al aire libre de Europa. La Puerta de Brandeburgo es el escenario principal, donde se congregan cientos de miles de personas para celebrar al ritmo de la música y los espectáculos en vivo.
El ambiente en Berlín es único. Es una ciudad que no duerme, y si algo saben hacer bien aquí, es alargar la fiesta hasta el amanecer. Tras la medianoche, los clubes más icónicos de Berlín, como Berghain y Watergate, abren sus puertas para ofrecer fiestas que duran hasta el día siguiente. Si lo tuyo es la música electrónica, este es el lugar donde querrás estar.
Pero Berlín también tiene su lado más tradicional. Muchas familias alemanas siguen la curiosa costumbre del Bleigießen, un ritual en el que se derrite plomo para verterlo en agua fría y luego interpretar las formas resultantes para predecir el futuro. Es una de esas tradiciones que, aunque suene un poco loca, es divertida y única.
Y, si te atreves, el 1 de enero puedes participar en el Polar Bear Club, un chapuzón en las heladas aguas del lago Orankesee. ¡Una forma de empezar el año con las pilas bien cargadas!
10. Dubái: lujo y fuegos artificiales en el Burj Khalifa
Si hablamos de viajar de fin de año y vivir celebraciones que te dejan con la boca abierta, Dubái se lleva el premio. Esta ciudad no conoce el significado de la palabra «modestia», y cuando llega el 31 de diciembre, el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, se convierte en el epicentro de un espectáculo de fuegos artificiales que parece sacado de otro planeta. ¿Te imaginas estar ahí, mirando hacia arriba, viendo cómo el cielo se ilumina alrededor de esta maravilla arquitectónica?
Dubái es sinónimo de lujo y extravagancia, y sus celebraciones de fin de año no son la excepción. Desde cenas en restaurantes de alta gama hasta fiestas en la Palmera Jumeirah o cruceros privados por la Marina, hay opciones para todos los gustos, siempre y cuando estés dispuesto a derrochar un poco. Pero si algo sabemos, es que empezar el año con estilo no tiene precio.
Una curiosidad: Dubái tiene una especie de «obsesión» con romper récords mundiales, y su espectáculo de fuegos artificiales de Año Nuevo no es la excepción. En 2014, la ciudad rompió el récord mundial del mayor espectáculo de fuegos artificiales, y desde entonces, cada año intentan superarse.
Así que si buscas una celebración donde el lujo y la extravagancia se unan, Dubái es el lugar para ti. Y un consejo: reserva con tiempo, porque los mejores lugares para disfrutar de este espectáculo visual se llenan rápido.
¿Dónde recibirás el nuevo año?
Ya ves que cuando se trata de viajar en fin de año, las opciones son infinitas. Desde las vibrantes playas de Río de Janeiro, hasta las elegantes calles de París o los rascacielos de Dubái, cada destino ofrece su propia magia para despedir el año y dar la bienvenida al siguiente. Lo importante, más allá del destino, es la actitud con la que recibas el nuevo año. Y sea cual sea tu elección, recuerda que un buen viaje siempre es la mejor manera de comenzar un nuevo capítulo.
Así que, ¿dónde celebrarás el próximo fin de año? ¡El mundo te espera, y la aventura está a solo un clic de distancia!
Preguntas frecuentes sobre dónde viajar en fin de año
Si buscas escapar del frío, Río de Janeiro y Dubái son dos excelentes opciones. Ambos destinos ofrecen un clima cálido en diciembre, con celebraciones que incluyen fiestas al aire libre y fuegos artificiales en la playa o en el desierto.
Edimburgo es una excelente opción para quienes buscan una mezcla de tradición, historia y celebración. El festival de Hogmanay ofrece varios días de actividades culturales y festividades únicas en un ambiente lleno de encanto histórico.
Es difícil elegir solo una, pero Sídney, con sus fuegos artificiales sobre la Ópera y el Puente del Puerto, y Dubái, con el espectáculo alrededor del Burj Khalifa, se llevan el premio por la espectacularidad de sus vistas.
Sin duda, París. La Ciudad de la Luz se llena de romance y magia durante el fin de año, con sus calles iluminadas y la Torre Eiffel brillando en la noche. Es ideal para una celebración íntima y especial.
Berlín es conocida por tener una de las fiestas de fin de año más grandes y vibrantes de Europa, con celebraciones en la Puerta de Brandeburgo y una vida nocturna que dura hasta el amanecer. Ideal para los amantes de las fiestas.